Por aquí veníamos aún calentando motores. Y por aquí comenzabamos el descenso a la Playa de Soesto. El camino es un PR senderista (o sea un sendero de Pequeño Recorrido) y está muy bien marcado, pero las lluvias le han hecho estragos y han dejado al descubierto la grava y arena que rellena el camino, haciendolo bastande resbaladizo por la mezcla de la tierra con las piedras. Así aparece el impresionante playón surfero de SOESTO. Como veis el camino está atravesado por surcos producidos por la erosión del agua Esta es Soesto... con un mar más vivo de lo normal debido al MAR DE FONDO que azotaba la costa estos días. Wow. Alexis deja a Esteban por delante mientras observa las vistas. Al volver, es bastante bestial subir esta cuestecita. Es tan empinada que casi resulta imposible traccionar la rueda para ascender sobre la grava y piedras sueltas. Digo imposible... pero lo imposible ES POSIBLE!! El descenso tiene que ser con bastante precaución porque como os he dicho las ruedas no traccionan fácilmente y la bici resbala bastante. Ojo con las frenadas bruscas y tirando del freno trasero se controla la bici enfilando las curvas. Bueno, Alexis ya ha dejado atrás la bajada del demonio, así que dirección playa nos queda lo más suave. Hasta pisar la arena para dirigirnos tras las dunas por una pasarela de madera que recorre por detrás la playa.
Como veis, muxo caxondeo y risas! Unos genios estos dos!! El recorrido no había hecho más que empezar, por lo que aún estabamos frescos como lechugas.
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