
En esta foto, podeis ver al pie del pedazo CAMIÓN, unos cuantos artilugios y cachivaches de los que le gente va construyendo o lleva a exhibir entre todos los participantes en el BURNING.
Burning Man: una semana de fiesta en el desierto En el medio de la nada, en un desierto californiano vacío y sin vida de repente algo se ve venir en el horizonte y comienzan a llegar autocaravanas, camionetas, gente, colores, música y objetos de todo tipo. 25 mil personas se ponen de acuerdo para convivir durante una semana en el desierto con sus propias reglas en algo que se llama Burning Man, una comunidad con fecha de vencimiento, un festival neohippie, algo casi imposible de definir, donde el FUEGO es parte del espectáculo.
Durante la semana que dura el evento no se permite vender ni comprar nada, por lo que cualquier persona que quiera participar, debe llegar todo lo imprescindible para subsistir, desde comida hasta papel higiénico, agua, jabón, ropa, lo que crea necesario para pasar una semana en el desierto.
. Todo comienza y termina en la semana que dura el encuentro. Pero estas obras no están del todo libradas a la pura imaginación: cada año se elige un tema; y cada individuo debe hacer lo posible para, desde su propia forma de expresión, aportar al tema general. Desde sus comienzos, el Burning Man se ideó en torno a consignas que cambian todos los años. Temas como “El tiempo”, “Infierno”,
“El mundo flotante” y “Fertilidad” fueron abordados en años anteriores, generando instalaciones de lo más variadas y diferentes unas de otras. Imagínense el poder de una consigna en una ciudad que es arte…





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