sábado, 24 de noviembre de 2007

Charlie Rivel ... el mejor payaso del mundo! Monumento a Charlie Rivel en Montjuic Charlie Rivel es el nombre artístico de
Josep Andreu i Lasserre,
nacido en Cubelles, provincia de Barcelona, el 24 de abril de 1896 y fallecido en Sant Pere de Ribes en 1983, fue uno de los payasos más famosos de la historia del circo. A partir de 1954 se convirtió en una de las estrellas del Circo Price. En 1971 figuró entre los payasos a los que Federico Fellini rindió homenaje en su película
I Clowns. En 1973 actuó como estrella invitada en el Festival de Eurovisión, en el entreacto (recuento de votos).
Payaso español. Se inició en el mundo del espectáculo circense junto a sus hermanos Pablo, llamado Polo, y René.
Con ellos formó el grupo de acrobacias cómicas Los Rivels, pero más tarde se independizó y adquirió gran popularidad con el nombre de Charlot Rivel, personaje inspirado en el célebre vagabundo de Charles Chaplin.
Con el tiempo adoptó su seudónimo definitivo e impuso una imagen entrañable basada en un atrezzo (pelucón anaranjado, narizota roja y cuadrada, enormes zapatos, una silla y una guitarra) sencillo pero efectivo.
Con este equipo y haciendo gala de una gran imaginación y ternura, rompió las pautas que definían al payaso tradicional al hacer de sus actuaciones verdaderas representaciones, en las que incluía números acrobáticos, musicales y pantomímicos y un original lamento, como un aullido prolongado, que se tradujo como un gesto simbólico de protesta contra la incomunicación. Entre 1925 y 1930 triunfó en el circo Medrano de París y más tarde en solitario.
Una de sus anécdotas más enternecedoras es de cuando entró en la pista del circo y aun no habia empezado su actuacion cuando un niño empezo a llorar desesperadamente (probablemente era la primera vez que veia a un payaso). Charlie no podia empezar su actuacion pues el publico estaba mas pendiente del escandoloso llanto del niño que del payaso. Charlie se acerco cautamente hacia el niño para hacerle una caricia e intentar calmarlo, pero el efecto fue el contrario y el niño empezo a llorar aun con mas fuerza entre las risas medio divertidas medio enternecidas del publico adulto.
Rivel profundamente conocedor de la psicologia infantil, se retiro hacia el centro de la pista y empezo tambien a llorar, desconsoladamente, solidariamente. Con eso basto. El niño se callo en el acto, con unos ojos abiertos como naranjas por la sorpresa de haber descubierto
Una imagen mucho más reciente de uno de los descendientes de Charlie Rivel,
con su atuendo revisado y modernizado. (este Goás!! que ideas tiene!)
que aquel ser rojo y amenazador se sabia expresar tambien con su mismo lenguaje tan transparente y directo: el llanto. Y Rivel continuo llorando.
Y "Uuuuuuuh" Cuando todavia lloroso, se volvio a acercar hacia el niño, ya totalmente calmado y mirandolo electrizado, la criatura se saco el chupete de la boca y se lo dio a Charlie, en un acto de solidaridad primigenea. El llanto de Rivel se agoto y el publico arranco en aplausos. El payaso acepto el ofrecimiento del niño y, hoy, aquel chupete historico se conserva entre las vitrinas del Museo Charlie Rivel de Cubelles.

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