miércoles, 20 de junio de 2007

Entra un tío en un banco, encapuchado con una media en la cabeza, y con una metralleta del calibre 14. Pega un hostión a la puerta y empieza a gritar desesperao: -Me cago en la puta, todo el mundo al suelo, esto es un atraco...Ra-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-tá (se lía a disparar contra el techo, ante el acojone de los presentes). >-¡A ver, quiero toda la pasta de la caja ahora mismo, cagontó!>>Ra-ta-ta-ta-tá.>Que no se mueva nadie o no respondo, hostia puta, venga ese dinero! Tú, cajera de mierda, dame toda la pasta!¡Ahora! Ra-ta-ta-ta-ta-ta-tá. La cajera, acojonada, traga saliva..., respira hondo..., se santigua... se dirige amablemente al ladron: - Oiga..., que... es, que... esto no es... no es lo que usted cree... >El atracador: - ¡No me vengas con gilipolleces! ¡Hostia!, qué dices?, ¿qué pasa? >La cajera: - Es que... esto... esto no es un banco como los demás... >Y el atracador: - ¡Qué coño quiere decir que no es un banco como los demás!>No me jodas, cagonlaputa, venga esa pasta, de una>>vez!>Ra-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-tá. >Y la cajera, intentando sonreír: -No puede ser... (glups)..., aquí no... aquí es que no hay dinero... Esto es un banco de semen... El atracador se sale de los nervios: - ¡Pero qué coño! ¡Me>cagonlarreputa!>Ra-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-tá. >¿Pues no m'ha jodío la tía...? A ver, ¿y qué leches tenéis en esos cajones? >La cajera, algo más serena: -Son... muestras de semen. >Abre el cajón y le enseña una serie de probetas llenas del liquidillo. El chorizo se queda pensativo, y al rato le dice: -¿Ah, sí?...Pues ahora te vas a beber una, cagonlaputayá. >Nuevo careto de pánico de la cajera. -Pero... -¡Que te bebas una ahora mismo, hostia!.Ra-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-tá. >¡No me pongas nervioso y obedece! Ra-ta-ta-ta-ta-tá. >La tía empieza a llorar..., se vuelve a santiguar..., coge la probeta..., se la mira..., mira al atracador... - ¿A qué esperas? ¡Bébetela ya de una puta vez! >Ella suspira, se tapa la nariz, cierra los ojos... y se bebe todo el contenido de la probeta de un trago (en plan "p'adentro"). >El chorizo la mira a los ojos, se quita la media de la cabeza, se acerca a ella, y le dice muuuuy suavemente: -¿Lo ves, Bea, cariño, como si quieres, puedes?

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